lunes, 31 de mayo de 2010

Resuena en mi su voz.


Hay, cuaderno de emociones.
República de la pasión.
Hay, corazón!
Qué cuánto te siento soplando en el viento!
Cuánto manjar corren por las venas!

Se apagan las luces, se enciende el infierno.
Nos sentimos así mejor, demonios de ángeles.
Jugamos fundidos en las llamas del azar.

Que el mar y su esplendor se mezclan
En la cintura encabritada de la doncella,
Se disuelve en los hombros invencibles del príncipe.

Llegando con espada y sin escudo,
A la batalla erótica de los reyes del fuego.
Fénix, Dragones, Llamaradas inmensas

No es una lucha, es el camino orgásmico que cruzamos danzando.
No somos dos, somos uno.
No hay oxígeno, es humo y vapor de nuestras alas.

Que la vida es una,
Y tengo más razones para sonreir que llorar.
Que sos parte de mí,
Y no hay nada que me pueda hacer más yo.



Ojos.
Orquesta de vida.
Más alla, encuentro ésa pasión.
Nuestro vos y yo.

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