Pobre ser que nunca conocerá eso que pueda hacerlo vivir.
Pobre él, convencido de que no lo encontrará.
(Me dijo alguna vez, gritando)
Nene, nene, que bien te vez!
Ayer me emborrache de tu amor,
pensando aún en el día en que te veré.
La profecía y las letras doradas talladas con nuestra pasión.
Hoy cerre los ojos, y te hize aparecer.
Hoy te hize aparecer, y me tele trasporté a tu lado.
Me viste,
y fué la más gran Tele Kinesis que vivimos.
lunes, 31 de mayo de 2010
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