Era aún mejor que en mis sueños.
Por momentos, el aire se volvía de cristal, para luego ser humo, para así viajar en nuestros interiores.Ninguno de los dos podíamos comprender lo real de tener al otro allí, respirando del mismo aire, exhalando una misma bocanada. No nos interesaba, ni más ni menos. Si, al final de cuentas, estábamos allí por haber desafiando las leyes de la racionalidad. Ninguno de los dos sabíamos qué iba a suceder. Y eso era parte de la magia(...)
Por momentos, el aire se volvía de cristal, para luego ser humo, para así viajar en nuestros interiores.Ninguno de los dos podíamos comprender lo real de tener al otro allí, respirando del mismo aire, exhalando una misma bocanada. No nos interesaba, ni más ni menos. Si, al final de cuentas, estábamos allí por haber desafiando las leyes de la racionalidad. Ninguno de los dos sabíamos qué iba a suceder. Y eso era parte de la magia(...)
